Día 14: Varsovia

Bajamos a desayunar a las 8’30, tanto ayer como hoy el hotel estaba a tope de gente, suponemos que sería porque se estaba celebrando una maratón en la ciudad.

Después del desayuno salimos a la calle y nos acercamos a hacerle una foto al Palacio de la Cultura y la Ciencia; edificio muy controvertido porque no hace muchos años, una parte de la población quería derribarlo por considerarlo un símbolo comunista y al final casi se ha convertido en el símbolo de la ciudad.


Luego como ya era el último día del viaje, y nos iban a sobrar złotys, decidimos cambiar ya una parte a euros, por que seguro que aquí en la ciudad tendrían mejor cambio que en el aeropuerto (4’22 zł = 1 €). Muy cerca de Centrum en el Hotel Metropol, esta en el Kantor Warszawa, que fue al que nosotros fuimos.

Inicialmente habíamos reservado la visita de la ciudad con guía para ayer, pero estando en Gdansk nos llamó Aleksandra para comunicarnos que le era imposible hacernos la visita, nos dijo que era estudiante de español y le habían cambiado las clases; pero por lo menos se molestó en buscarnos una solución, nos comentó que si queríamos una amiga suya nos hacía la visita pero el domingo, con la mismas condiciones; así que le dijimos que sí.

Puntual a las 10 allí estaba nuestra guía, que se llamaba Anna, íbamos a realizar dos visitas seguidas, primero Varsovia Judía y luego Casco Antiguo y Ruta Real; el tiempo previsto para ambas visitas era de 5 o 6 horas. Comenzamos por la Varsovia Judía aprovechando que tanto el barrio judío como el gueto quedaban cerca; era domingo y la ciudad estaba muy tranquila, lucía un sol esplendido, así que seguro íbamos a disfrutar de la visita.

El Gueto de Varsovia, fue el mayor gueto judío establecido en Europa por la Alemania Nazi durante el Holocausto. Implantado en el centro de la capital polaca entre octubre y noviembre de 1940; fue concebido principalmente como campo de transito, hasta el campo de exterminio de Treblinka, y en menor grado Majdanek. Los nazis primero lo cercaron con alambres de púa y posteriormente construyeron un muro de 3 metros de altura y 18 kilómetros de largo.

Antes de la guerra cerca de un 30% de la población de Varsovia eran judíos, el gueto tenía una población estimada de 400.000 personas, que se encontraban hacinados en una superficie mínima. Durante los tres años de la existencia del gueto, el hambre, las enfermedades y las deportaciones a campos de concentración y de exterminio redujeron su población a 50.000 habitantes.

En julio de 1942 comenzó el “realojamiento" y la policía judía debía conducir diariamente a 6.000 judíos al punto de encuentro Umschlagplatz, para llevarlos a los campos de exterminio. Entonces la resistencia clandestina judía decidió no sublevarse, al creer que estaban siendo enviados a campos de trabajos forzosos y no de exterminio.

El gueto fue el escenario de la mayor acción de la resistencia judía contra el genocidio, conocida como el Levantamiento del Gueto de Varsovia, iniciado el 19 de abril de 1943 y finalizado el 16 de mayo; siendo una de las primeras revueltas contra el nazismo en Europa.

Este suceso provocó la ira de Himmler, que ordenó la quema de todos los edificios del gueto para obligar a los rebeldes a salir de sus escondites. Casi todos los que quedaron con vida tras el levantamiento fueron asesinados en el lugar, y el terreno ocupado por el barrio judío fue arrasado en su totalidad.

Muy cerca está el Palacio de la Cultura y la Ciencia, justo por allí mismo estaba el muro del gueto; hoy en día el trazado es recordado con unas placas de hierro fundido empotradas en las aceras. Y además en varios lugares han colocado unos paneles con el mapa del gueto.



Fuimos paseando y escuchando todas las historias que contaba nuestra guía.




Aunque todavía quedan edificios bastante viejos, también hay otros muchos que ya han sido restaurados, y por decirlo de alguna forma, olvidan su pasado por completo. Según nos conto Anna, muchas empresas compran edificios históricos prometiéndole al gobierno que los van a restaurar, pero dejan pasar los años y entonces con los edificios ya en ruinas, le dicen a las autoridades que ya no pueden restaurarlos que hay que derruirlos por completo, para así poder construir el edificio a su gusto; por lo visto está sucediendo mucho.

La siguiente foto es en ulica Próżna que es una de las pocas calles que se conservaba del gueto tal cual, como se ve la parte de la derecha ya ha sido restaurada y en la parte de la izquierda está con andamiaje, así que suponen que acabará igual.


Nos acercamos hacía la SINAGOGA (Nożyk Synagogue) que estaba cerrada. Durante la guerra los alemanes la convirtieron en establo, pero a pesar de los daños, después de la guerra recuperó su función como Sinagoga.


Cerca está el único o uno de los pocos trozos del muro original que se conservan; está dentro del patio de unos edificios por las calles ulica Sienna + ulica Złota. Una de las personas que vive allí ha sido la que se ha encargado de que el muro se siga conservando. Como curiosidad hay dos ladrillos que no están, y que se encuentran en los museos judíos de Jerusalén y Houston.



Continuando con el paseo, fuimos al patio de unas viviendas, donde había una especie de pequeño altar con una virgen; ya que durante muchos años con el toque de queda no podían correr peligro simplemente por ir a misa, así que la gente improviso altares en los patios de las casas para rezar, sin tener problemas.




Muy cerca se encuentra un lugar que salía en la película “El Pianista” en el que el tranvía cruzaba por el gueto y los judíos para ir de una parte del gueto cruzaban por un puente de madera. En dicho lugar, actualmente hay un monumento, que a nosotros nos gustó bastante; en las fotos es difícil de apreciar, son como unos postes y cables donde estaba el puente, además en esos postes se pueden ver diapositivas de la época, escuchar sonidos de la época. Se encuentra en el cruce de las calles Żelazna y Chłodna.
 


El siguiente lugar era UMSCHLAGPATZ, donde salían los transportes de judíos del gueto hacia el campo de exterminio de Treblinka. En la pared del monumento están grabados los nombres, desde Abel hasta Żanna, como símbolo de los cerca de 450.000 judíos apresados en el gueto de Varsovia. 



Allí al lado la guía nos mostró un edificio que había sobrevivido a los bombardeos, en el que se observa que esa zona los edificios estaban más bajos que en la actualidad; y es que tras la devastación al finalizar la guerra, cuando se pusieron a reconstruir la ciudad, decidieron no quitar los escombros para ganar tiempo a la hora de construir las viviendas; así que toda esa zona, esta un metro o metro y algo por encima del nivel de la ciudad.

Muy cerca está el MONUMENTO A LOS HÉROES DEL GUETO, que conmemora la heroica resistencia de los judíos contra los nazis, está dividido en dos partes: "Lucha" que nos muestra a hombres, mujeres y niños con granadas, armas y botellas de gasolina en sus manos, simbolizando la sublevación heroica, y "Marcha de la muerte" que representa el sufrimiento y el martirio de las víctimas inocentes. Junto al monumento está el Museo Judío, que estaba a punto de abrir.

Museo Judío

El Monumento al Alzamiento de Varsovia (Pomnik Powstania Warszawskiego), recuerda a los héroes del Alzamiento de Varsovia de 1944, que dejaron sus vidas en una lucha desigual contra los ocupantes. Consta de dos partes, la primera representa a los insurgentes saliendo de entre los pilares que sirven de base a un puente; la segunda los muestra cuando entran a los canales. En esta plaza, en los tiempos del Alzamiento, se encontraba una de las entradas al sistema de canales, por los que escapaban de los nazis hacia otras partes de la ciudad. El monumento es enorme, y a nosotros nos gustó mucho.





Con este monumento dábamos por finalizada esta ruta y comenzábamos Casco Antiguo y Ruta Real.

El centro histórico de la ciudad quedó completamente destruido tras el Alzamiento de Varsovia en 1944, fue reconstruido meticulosamente después de la guerra y en 1980 fue declarado Patrimonio de la Humanidad como “ejemplo destacado de reconstrucción casi total de una secuencia histórica que se extiende desde el siglo XIII hasta el siglo XX”.

La Ruta Real (Trakt KrólewskiI), comunica las tres antiguas residencias reales: El Castillo Real, El Parque Real Łazienki y El Palacio de Wilanów. El primer tramo del trayecto es el que parte de la plaza del Castillo por la calle Krakowskie Przedmieście, una de las calles más hermosas y elegantes de Varsovia. Continua por la calle Nowy Świat donde se encuentran un gran número de tiendas y restaurantes; a lo largo del siguiente tramo, la avenida Ujazdowskie se pueden admirar palacetes y villas construidas en el siglo XIX por acaudalados varsovianos; actualmente ocupados por las principales embajadas. Wilanów se encuentra al final de los 11 kilómetros con que cuenta La Ruta Real.

Pasamos por la puerta del Museo de Marie Curie, que tiene una fachada con una decoración muy divertida.


También nos acercamos al MONUMENTO AL PEQUEÑO INSURRECTO (Pomnik Małego Powstańca), en recuerdo a los heroicos niños que lucharon contra los ocupantes durante el Alzamiento de Varsovia, la estatua representa a un niño con un caso y un fusil demasiado grandes para el. Aunque los niños no eran tan pequeños, ni utilizaban armas (se dedicaban más bien a tareas de espionaje, transporte de mensajes y cosas similares), lo han representado así. A mí este pequeño monumento me gustó mucho.


La PLAZA DEL MERCADO DE LA CIUDAD VIEJA (Rynek Starego Miasta) la habíamos vista solamente de noche, por el día es muy bonita también, aunque quizá no nos llamó la atención porque ya habíamos visto otras plazas muy espectaculares. Por la tarde nos compramos un libro con fotos, en el muestran diversos rincones de la ciudad de Varsovia tras la desolación y su posterior restauración; y las imágenes del antes y el después de esta plaza son impresionantes.





Cerca hay un callejón, llamado Dawna, que aunque es bastante bonito, necesita una restauración o por lo menos una limpieza.



Vimos la casa más estrecha de Varsovia, que aunque todas las ciudades tienen alguna, esta es muy pero que muy estrecha en su fachada delantera.


Luego fuimos a la Basílica archicatedral de San Juan Bautista Mártir (Bazylika Archikatedralna pw. Męczeństwa św. Jana Chrzciciela), esta iglesia fue sede de ceremonias nupciales, coronaciones y sepelios reales. En una de sus paredes exteriores, se muestra la cadena de un mini tanque teledirigido con explosivos (llamados "Goliat"), que utilizaban los alemanes en muchos casos, entre otros para esta iglesia.





Seguimos ya por la calle Krakowskie Przedmieście, para visitar la IGLESIA DEL PATROCINIO DE SAN JOSÉ (Kościół Opieki św. Józefa), iglesia donde Frédéric Chopin solía tocar el órgano durante las misas desde bien pequeño.




En la explanada delante de la iglesia, había una especie de exposición, Anna nos comentó que es como un homenaje espontáneo a las gentes que lucharon y murieron durante la Segunda Guerra Mundial, algo así como un tablón donde cualquiera podía colgar cosas relacionadas con algún familiar suyo de la época.



Casi enfrente de la iglesia anterior, está la IGLESIA DE SANTA CRUZ (Kościół Świętego Krzyża), donde se encuentra el corazón de Frédéric Chopin, y aunque él fue enterrado en el cementerio parisino de Père-Lachaise, atendiendo a su deseo, su corazón reposa en Varsovia.



Muy cerca se encuentra la UNIVERSIDAD DE VARSOVIA (Uniwersytet Warszawski), el campus universitario comprende varios palacios históricos y en unos de ellos vivió Chopin durante bastantes años.


Luego fuimos a la Biblioteca DE LA Universidad DE Varsovia (Biblioteka Uniwersytecka w Warszawie), este edificio ya muchos más moderno, es un claro ejemplo de la arquitectura contemporánea; pero lo que destaca es que en su tejado hay uno de los jardines de azotea más grandes de Europa. Una zona muy agradable donde pasear y tomar el sol, y muy curiosa teniendo en cuenta que es un techo.





Tras esto volvimos a la calle Krakowskie Przedmieście, donde nos despedimos de Anna, en aquellos momentos eran las tres de la tarde y teníamos mucha hambre, así que entramos en el primero que vimos, pero nos ignoraban, las camareras pasaban por nuestro lado y ni preguntaban.

Así que nos fuimos el siguiente, Browarmia. Nos decantamos por la sopa, con suerte que la que elegimos fue la típica que va en un pan, impresionante, buenísima; eso sí consistente, pedimos también un plato que era pan tostado con aceite y ajo, tan bueno que repetimos, al final nos pedimos también un codillo para compartir, porque con las sopas y el pan tostado nos parecía poca comida, pero no pudimos acabarlo; todo junto con las bebidas costó 154 zł (unos 12 € por persona). Una de las comidas más caras del viaje, pero hay que decir que el codillo solo ya valía 49 zł, y que las sopas estaban buenísimas.




Después de comer dimos una vuelta para hacer algunas fotos con tranquilidad, aunque como era domingo el centro estaba muy animado.

En Krakowskie Przedmieście, vimos uno de los muchos bancos musicales, y es que en honor a Chopin, hay por la ciudad bancos para sentarse, en los que pulsando un botón suena alguna pieza musical de Chopin.


Durante la mañana con Anna ya habíamos estado por el Castillo, pero no nos habíamos entretenido mucho, así que fuimos entonces. El castillo Real (Zamek Królewski), fue residencia oficial del Rey y posteriormente sede de las autoridades de la Republica de Polonia, y aquí se proclamó la Constitución el 3 de mayo de 1791, siendo la primera de Europa y la segunda del mundo.



En la plaza de enfrente esta la Columna del Rey Segismundo III (Kolumna króla Zygmunta III), levantada en honor a Segismundo III, que fue quien trasladó la capital polaca de Cracovia a Varsovia.


Nos fuimos a lo último que nos quedaba por ver, la Barbacana y muros de defensa (Barbakan i mury obronne), de las murallas levantadas en el siglo XVI solo quedan unos restos, pero la Barbacana está bastante bien conservada.




Después de esto, fuimos a por algunos regalitos que nos faltaban. Luego estábamos entre irnos al hotel y volver luego, o quedarnos un rato más y ya no volver al centro; nos declinamos por la segunda opción.

Pero como ya no apetecía pasear decidimos ir a tomar cervezas, elegimos uno en el que habían cervezas de todo tipo y procedencia, y como además estaban haciendo el partido de fútbol del Valencia, allí que nos quedamos. Lo malo del Elephant Belgium Pub es que es muy caro para los precios que maneja esta ciudad, porque tu veías los precios así por encima y no te parecía tan caro, pero es que eran 18 zł por 25 cl, y si no decías nada te ponían medio litro, así que cada cerveza salió por 8 €. Al final nos gastamos lo mismo con las cervezas que en la comida de antes, que le vamos a hacer.

Luego ya volvimos en tranvía hacia la zona del hotel; aunque no había mucha hambre apetecía comer algo, y encontramos un sitio llamado Café Nero que era una cafetería con bocatas y sándwichs, nosotros pedimos unas foccacias que estaba muy buenas; con 4 € por persona cenamos.

La foto nocturna del Palacio de la Cultura y la Ciencia, la última de este viaje.


Al llegar al hotel, reservamos un taxi en recepción para que mañana nos llevara al aeropuerto, primero preguntamos si siempre habían taxis en la puerta, pero como no nos lo aseguraron, preferimos reservarlo.

Y ya solo quedaba terminar esa tarea que tan poco le gusta al viajero, hacer la maleta por última vez antes de ir a casa. Revisamos correos por si había alguna novedad de vuelos o algo, pero no, todo seguía igual; así que luego ya a dormir.

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