Kilómetros
aproximados: 110.
Nos quedaba visitar el Castillo antes
de irnos de Malbork, logramos salir a la misma hora que todas las mañanas, decidimos
ir andando porque sólo era un paseo de 10 minutos y no merecía la pena coger el
coche; dejamos las maletas en la habitación, ya que la visita según habíamos
leído, la gente la solía hacer en unas dos horas.
El CASTILLO (Zamek w Malborku) es un ejemplo clásico de fortaleza
medieval, y en ocasiones es asociado con la mayor fortaleza gótica de Europa.
En la segunda mitad del siglo XIII los monjes de la Orden de los Caballeros
Teutónicos, eligieron esta colina junto al río Nogat para su sede. Actualmente
está compuesto de Castillo Medio y Castillo Alto, separados por fosos y torres.
Y desde 1997 fue declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO. Dirección:
Starościńska 1. Horario exterior: 7 a 8. Horario castillo: 9 a 7. Apertura
venta tickets: 8’30. Precio: 39’50 zł. Precio Torre: 8 zł.
Un muro exterior había una foto del
estado en que quedó tras la Segunda Guerra Mundial.
Aprovechamos que se podían comprar las
entradas antes de la apertura, y a las 9 en punto estábamos entrando al
Castillo, fuimos de los primeros, el día estaba frío, pero por lo menos de
momento no llovía. La visita es con audioguía, y muy fácil seguir el recorrido,
te va narrando cada sala en locuciones de uno o dos minutos en la mayoría de
salas, y además te muestra una imagen de la sala a visitar para que no haya
lugar a dudas.
Entrada al Castillo Medio |
Puente levadizo entre el Castillo Medio y el Castillo Alto |
La Iglesia, todavía esta por reformar |
Así estaba antes de la guerra |
La visita nos gustó mucho, tanto por
el recorrido como por la información que va narrando la audioguía. Fue la
entrada más cara del viaje, pero totalmente recomendable. Logramos hacer la
visita en dos horas y media, pero nos quedamos con ganas de hacerla con más
tranquilidad; personalmente yo recomendaría dedicarle mínimo tres horas.
Cruzamos rápidamente a la otra parte
del río, porque no nos queríamos ir sin una última panorámica del Castillo,
aunque nos encontramos una luz que no ayudaba mucho.
Luego había que pasar a devolver las
audioguías por la taquilla, de camino comenzó a chispear, pero acelerando el
paso logramos llegar al hotel sin sacar los paraguas ni mojarnos.
Una vez en el hotel, recogimos las maletas
e hicimos el check-out, cuando llegamos a la habitación las de la limpieza estaban
esperando que cogiéramos las maletas; la verdad es que si no las hubiéramos
tenido en la habitación, habríamos estirado un poco la visita del Castillo.
Así que al coche, por delante teníamos
algo menos de una hora hasta el Campo de Concentración de Stutthof, pero al GPS
hay que ponerle Sztutowo, que es el nombre en polaco, mientras que Stutthof es
en alemán. El día estaba algo lluvioso y frío, el termómetro del coche marcaba 9º
y ya era pasado mediodía.
Aunque era un poco pronto para comer,
no lo podíamos dejar para más tarde, porque si lo dejábamos para después del
Campo de Concentración se nos haría demasiado tarde. Llegamos a un minúsculo
pueblo llamado Jantar, donde se veían varios restaurante pero en todos los
carteles anunciaban pescado, pero no nos apetecía mucho; entramos en uno y pedimos
ver la carta para ver si tenían algo de carme, y vimos que si, así que ya no
buscamos más.
Los tres pedimos sopas para entrar en
calor, de platos unos pierogis y dos de pescado (uno de salmón y el otro no recuerdo que era); al final pensamos que ya que
era un sitio especializado en pescado, pues mejor pedir pescado; la comida
estuvo bastante bien y junto con las bebidas costó 103 zł (unos 8 € por
persona).
Durante la comida el día había
mejorado bastante, y había salido el sol. De camino al campo vimos que en otro
pueblo muy cercano, Stegna, había más sitios para comer.
En pocos minutos llegamos al CAMPO DE CONCENTRACION STUTTHOF, la
entrada es gratuita, sólo se paga el parking (6 zł). Dirección: Muzealna 6.
Horario: 8 a 6.
Construido
en 1939 fue el primer campo de
concentración nazi fuera de Alemania, estaba ubicado en una zona aislada,
húmeda y boscosa.; y fue el último en ser liberado. Inicialmente fue campo de
"educación laboral", después se convirtió en campo de
concentración y finalmente en campo de exterminio, incluido en la
“Solución Final”. La mayoría de prisioneros eran patriotas polacos.
En este campo había muy poca gente,
suponemos que se debe entre otras cosas a que está alejado y también a que los
que pasaron por aquí eran polacos; por todo esto toda la cartelería está en
polaco y en inglés algunas cosas, pero no todas, una pena, porque así no
pudimos enterarnos de mucho; aún así, o quizá por eso (porque para entender
cualquier cosa nos costaba un montón) la visita nos llevó alrededor de una hora
y media. Al final del campo, al lado del crematorio hay un Memorial.
De nuevo al coche, todavía nos quedaba
una hora para llegar a Gdansk, donde estaríamos dos noches, el hotel que
elegimos estaba el centro histórico y no tenía parking, en su página te recomiendan
calles cercanas y también un parking de pago, tuvimos suerte y aparcamos en una
de ellas, a dos minutos andando del hotel. En realidad, no es que el hotel no
tuviera parking, que no lo tenía, es que el centro histórico es una zona de
tráfico restringido.
Cuando íbamos hacía el Hotel Holland House, lo que
más nos llamó la atención, es que un par de parejas con las que nos cruzamos
llevaban gorro de lana, pero no en vano estábamos en el Mar Báltico.
Nos instalamos y descansamos un buen
rato, al salir estaba anocheciendo y hacía bastante frío, aunque en realidad la
temperatura eran 10º, debía ser la sensación térmica.
Dimos un corto paseo, y fuimos a ver
el gran atractivo de Gdansk, la Grúa (Żuraw), que es la imagen típica de la ciudad, y la verdad que desde el paseo de
enfrente es una preciosidad.
Dlugi Targ (Mercado Largo), la calle de nuestro hotel |
Al fondo la "Grúa" |
Zielona Brama (Puerta Verde) |
Ratusz (Ayuntamiento) |
Una de las calles más bonitas (ulica Mariacka) |
Luego fuimos a tomarnos unas cervezas (5
zł) en un garito con decoración rusa, bastante curioso.
Para cenar, elegimos uno bastante
cerquita de la “Grúa”, el Gandski
Bowke resultó algo más caro de lo habitual, pero el lugar era
muy acogedor, pedimos codillo, pechuga y cerdo empanado, que con las bebidas
nos costó 158 zł (algo más de 12 € por persona); no nos pareció caro, teniendo
en cuenta que estábamos en una ciudad muy turística.
Como hacía frío nos fuimos directos al
hotel, donde estuvimos un rato de tertulia y con internet; las previsiones del
tiempo todavía nos eran favorables y mañana para visitar la ciudad, iba a ser
un día soleado, fresquito, pero soleado.
Veo que el campo de concentración de Stutthof no queda casi nada. Nosotros nos liamos un poco y llegamos justo cuando el guarda, un hombre muy, muy antipático, estaba cerrando. Cerro antes de la hora y no hubo manera de poder entrar.
ResponderEliminarGdansk es una ciudad preciosa y muy animada. No me importaría volver en una escapada de fin de semana.
¿Que temperatura tenias? Yo pase bastante frío en julio y vosotros veo que vais bastante abrigados.
Besitos!!
Pues en Gdansk bastante fresquito, creo que donde más en todo el viaje; por el día con el sol se estaba bastante bien, pero cuando se iba el sol se notaba bastante; la temperatura a la hora de cenar estaba sobre los 10º pero la sensación seguro que era de alguno menos.
EliminarBesos, Cati.