Kilómetros
aproximados: 365.
Tras el desayuno, que estuvo bastante
bien, check-in rápido, pagamos el parking (40 zł) y salimos a la que está
siendo nuestra hora habitual, las 8’45.
Antes
de irnos de Poznan, nos quedaba por visita un lugar, cogimos el coche, y en 5
minutos llegamos a la Ciudadela, allí hay un Museo Militar que estaba cerrado
por ser lunes, pero curiosamente tiene unos tanques fuera del museo.
Pero a
lo que realmente habíamos venido, era a visitar el CEMENTERIO MILITAR BRITÁNICO (Cmentarz Wojenny Wspólnoty Brytyjskiej),
en la Ciudadela hay varios cementerios, pero este el más famoso, ya que aquí
están enterrados varios de los que se fugaron del Stalag Luft 3, entre ellos
Roger Buschell “Barlett”; este cementerio se llama también “Old Garrison”. Dirección: Armii Poznan 17. Es más fácil de
localizar de lo que a nosotros nos resultó, subiendo las escaleras, en el
primer descansillo hacia la derecha, después de unas tumbas rusas (fáciles de identificar
por la estrella) está el cementerio inglés.
Nuestro primer destino del día era
Torun, hasta allí teníamos unas dos horas y media, la primera visita que habíamos
previsto, era una vista panorámica, en una zona llamada “Kępa Bazarowa” desde la que divisas la ciudad a la otra parte del
río; pero habían obras y ni con GPS fuimos capaces de llegar. Así que cruzamos
el río Vístula y fuimos a buscar el parking, previamente más o menos los habíamos
localizado, pero la calle en cuestión (Wały Generała Władysława Sikorskiego) en
la que hay varios parkings estaba en obras y era un poco caótica, aunque
conseguimos aparcar más o menos donde habíamos visto.
Mucho tiempo no teníamos para visitar TORUN, simplemente íbamos a dar una vuelta
antes de comer. A diferencia de la mayoría de ciudades polacas, está fue una de
las pocas que quedó intacta tras la Segunda Guerra Mundial. Comenzamos por la RYNEK
STAROMIEJSKI, donde hay una estatua de Nicolás Copérnico, el cual nació aquí.
Luego dimos un paseo de una hora más o menos, que no es suficiente para conocer
la ciudad, pero menos es nada; la verdad que resultó diferente a las que
habíamos visto hasta ahora, ya que casi todos los edificios son de ladrillo
rojo; su centro histórico esta rodeado por diversas puertas.
Comimos en Manekin que es una cadena de
restaurantes que hay por varias ciudades, su carta está basada casi en
exclusiva de creps, así que para no desentonar, nos pedimos tres creps con las
bebidas, que costaron 58 zł (no llega a 5 € por persona), decir que los creps
son gigantes, yo no pude ni acabármelo, y de pedir postre ni hablamos; muy
bueno y totalmente recomendable, calidad-precio insuperable.
Tras la comida ya nos fuimos al
parking, el sistema de pago es curioso, ya que cuando entras ni te dan ticket
ni nada (antes preguntamos por las tarifas y nos enseñaron un folio con ellas
escritas), supongo que lo deben de apuntar, a nosotros por cerca de 3 horas nos
cobraron 10 zł.
Ahora
teníamos algo menos de una hora hasta GRUDZIADZ,
vale la pena llegar aquí aunque sea para una corta visita como hicimos
nosotros, lo más destacable (y lo único que vimos) son sus graneros fortificados, de los siglos XV y XVI, los cuales tras
desaparecer su función de almacenaje pasaron a ser viviendas. Era una buena
hora cuando llegamos, porque el sol estaba a nuestras espaldas y además no
había nadie por allí. Se aparca allí mismo, por el sistema de ORA, entendimos
que era de 8 de la mañana a 5 de la tarde, quedaban unos minutos para que
acabara, pero pusimos unas monedillas para quedarnos tranquilos, vaya que no lo
hubiéramos entendido bien. Dirección: Królowej Jadwigi.
Continuamos a nuestro último destino
del día, MALBORK, hasta donde
teníamos una hora y poco, la tarde de hoy transcurrió por autopistas (18 zł).
Como ya iba anocheciendo, fuimos directos a la parte de enfrente del Castillo
que es su mejor panorama (dirección aproximada, Walowa 11-12); a aquellas horas
no había nadie, paró un autobús de españoles que estarían dos minutos y ya nos
quedamos solos nuevamente; iba quedando poca luz y la temperatura iba bajando. Como
a aquellas horas, no había ni tráfico, ni gente, estacionamos el coche sin
problemas, pero no nos quedó muy claro si en ese lugar estaba permitido aparcar
coches o solo era para buses.
Después de aprovechar las últimas
luces, seguimos hasta el Hotel Centrum Malbork que estaba a pocos minutos, y descansamos un
rato.
A las 8’45 salimos a cenar, pero ya
era tarde. Fuimos a una pizzería al final de la calle del hotel, que estaba
cerrando y ya no nos dejaron entrar, seguimos recorriendo la calle Kościuszki,
que parecía ser la más céntrica, y ya estaba todo completamente cerrado y
desierto. Así que tuvimos que recurrir al plan B, McDonalds, que además era el
único sitio que había gente; tres menús con un par de postres nos costaron 60
zł (no llega a 5 € por persona), lo mismo que nos había costado de la comida;
en previsión de que algo así iba a suceder ya habíamos estado mirando y sabíamos
que había un McDonalds y que cerraba tarde.
Luego volvimos al hotel a coger
guantes y bufandas, a aquellas horas aunque no hacía excesivo frío, unos 10º, hacía
algo de viento y la sensación era de bastante frío. Paseamos hacía el castillo
que estaba a 10 minutos andando del hotel, y cruzamos a la otra parte del río
Nogat (por un lateral del castillo hay una pasarela de madera) e hicimos
algunas fotos.
A esas horas, las 10 de la noche, no
vimos a nadie por la calle (exceptuando los del McDonalds), parecía una ciudad
fantasma. Volvimos al hotel, un poco de internet y a dormir.
Los graneros de Grudziadz bien valen una escapada, son imponentes y el castillo de Malbork, una pasada de fortaleza con una estampa impresionante. Nosotros también pasamos bastante frio en Malbork y eso que era julio. El viento era helado. Fotos muy, muy bonitas.
ResponderEliminarBesitos!!
Los graneros los visitamos gracias a ti, porque los vimos en tu blog y nos gustaron, y además apenas hemos encontrado información, por no decir nada. Y el castillo de Malbork es impresionante, nos gusto mucho la visita.
EliminarBesos, Cati.